Hola
Hoy no he ido a la prote ni en bici ni andando, he ido en coche y no en un coche normal, en un coche de hace unos cuantos años arreglado y muy bonito.
He cambiado de párrafo porque veo que me voy del hilo y no paro, bueno he llegado a la prote y lo primero que he echo ha sido esperar a que llegasen Marta y Mercedes porque Esther ha salido con sus galguencos, y con Pinocho un nuevo compañero, junto a Jorge y Zaira ha ido con Paquito, bueno cuando han llegado Marta y Mercedes he ido a por Gary como siempre. Al entrar a la jaula me ha saludado como si llevase sin verme mas de una semana, ponerle la correa ha sido casi misión imposible porque estaban Coronel y Campeón todo el rato acercándose en busca de mimos. Al final lo he conseguido.
Ya todos con nuestros perros, Marta con Choco y Fico con Mercedes, hemos salido a dar el tan ansiado paseo. Bajando la cuesta hemos notado todos que los perros estaban muy hiperactivos y hemos deducido que puede que sea por el frío o por que salen menos, ya que este sábado no ha habido paseos debido a problemas técnicos con la manguera y los desagües, aunque hay que decir que los voluntarios a pesar de todo lo han limpiado perfectamente y sin descanso. Vuelvo al paseo, hay que decir que aunque los perros iban como locos ha sido, en general, tranquilo al menos la ida porque a la vuelta nos hemos juntado todos Zaira, Esther, Jorge, nosotros y perros respectivamente, ah si se me olvidaba también estaba una amiga de Esther, Rosa, una persona majísima. Os explico por qué la vuelta ha sido mas movidita que la ida, las faltas de ortografía, ese ha sido el tema de discusión, porque eso de que paseemos juntos una profesora y dos estudiantes de instituto es un peligro.
Después de una hora hemos vuelto a la prote por si acaso quedaban perros sin salir, efectivamente quedaban perros, después de dejar de nuevo a los perros en las jaulas nos hemos tomado un descansito acompañado de un bizcocho vegano que yo he hecho, por cierto no ha quedado nada, y se que esta mal que yo lo diga pero estaba buenísimo.
Cuando ya no quedaba ya bizcocho he sacado a Tokio junto a Marta, el paseo ha sido movidito porque Tokio es un perro que esta muy alterado ya de por si. Durante el paseo hemos descubierto lo que le tranquiliza un poco, el césped, cuando ha pisado el césped ha cambiado totalmente de personalidad, ha pasado de estar ladrando y moviendose de lado a lado a estar a lo suyo oliendo la hierba con toda la tranquilidad del mundo. Al final ha sido un paseo fantástico.
Al acabar el paseo, que ha sido mas corto que el otro, hemos dejado a Tokio en su jaula. Seguidamente me he puesto a dar comidas donde siempre y con el mismo patrón de siempre, porque cuando las cosas se hacen bien las disfrutas, a no ser que haya una manguera por ahí cerca y que te moje de pies a cabeza.
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